Endrick Felipe Moreira de Sousa sigue siendo uno de los hombres del momento en Brasil. Tras ganar su quinto título con el Palmeiras, el joven atacante de 17 años escribió una emotiva carta en ‘The Players Tribune’ dirigida a su hermano menor. Estas fueron las palabras de Endrick:
UNA CONEXIÓN ESPECIAL
«Querido Noah, te quiero. Esto es lo primero, por encima de todo lo demás. Desde el primer día, he sentido que teníamos un vínculo especial».
SU PRIMER TORNEO
«En aquel momento iba a jugar un partido importante, con sólo 13 años, pero tú todavía no querías entrar en este mundo. El reloj no paraba, y mamá y papá se preguntaban a qué estabas esperando. Entonces, de repente, papá recibió una llamada de su amigo, que estaba en el partido. Dijo: ‘¡Douglas! ¡Douglas! ¡Endrick acaba de marcar!’.
Cuando llegué al hospital, te di un regalo de cumpleaños. No tenía dinero para comprar un juguete, pero te traje el balón de oro del torneo. En nuestra familia, no nacimos en la abundancia, nacimos para el fútbol».
PAPÁS CON DIFICULTADES
«Dicen que éramos pobres, que no teníamos comida. Ellos no conocen a mamá, ¿sabes? Ella siempre le dice a la gente: ‘Soy demasiado mujer como para dejar a mis hijos sin comida’.
Papá dice que yo me sentaba en el sofá y le decía: ‘No te preocupes. Voy a ser futbolista, y voy a conseguir una vida mejor para nosotros’. El fútbol se convirtió en nuestro camino hacia una vida mejor.
«Sé que es duro para ti imaginarte a mamá durmiendo en el suelo, pero es la verdad. En los buenos días, cuando el dinero llegaba, mamá cocinaba chorizo para los demás chicos.
Pero la mayoría de los días, solo teníamos para comer nosotros, y ella se sentía muy culpable al cocinar en la casa, porque a ellos también les llegaba el olor a carne, y preguntaban si también había para ellos, pero… ¿Qué podíamos decir? No quedaba nada más».
SUEÑO DEL PADRE
«No fue capaz de lograr su sueño, pero realmente lo dio todo por conseguirlo. Papá solía verme después de los partidos y me decía: ‘Endrick, ¿Cómo demonios has conseguido una Coca-Cola? No se la has cogido a nadie, ¿verdad?’. No, no. En la barra del bar, Dudu ha ganado 10 Reales. Me ha invitado a una Coca-Cola por haberle ayudado a ganar su apuesta».
CAMBIO DE VIDA
«En los próximos meses, me iré a España para jugar en el Real Madrid; sí, el equipo que siempre elijo en la PlayStation cuando me ves jugar.
Durante tres generaciones, o quizás más, nuestra familia tuvo que perseguir el sueño del fútbol, intentando cambiar nuestras condiciones. Pero ahora puedes hacer lo que quieras. Puedes ser médico o abogado, o quizás, ya que nos vamos a España, al país de Nadal y Alcaraz, puedas convertirte en tenista profesional.
Ya estás persiguiendo la pelota, como yo. Entonces puedes ser jugador de fútbol si quieres. Pero no tienes por qué serlo. Ya no hay estrés, gracias a Dios, gracias a mamá y papá, y gracias al fútbol. Quiero que disfrutes tu vida como quieras, hermano. Es mi regalo para ti.
Y aquí es donde termina esta carta y comienza el futuro. En la vida, no sabemos cómo será el mañana. Lo único que podemos hacer es agradecer a Dios por todo lo que nos ha dado. Espero que lo entiendas, hermano. La vida que llevamos ahora no surgió de la nada. Se logró, con mucho trabajo y muchas lágrimas».