Luisa Agudelo es una de las sensaciones del Mundial Femenino Sub-20 de Colombia 2024. La arquera colombiana no ha recibido goles en todo el torneo y es la única con la valla invicta. Además de su talento bajo los tres palos, se ha robado el corazón de los hinchas con su belleza y carisma.
Luisa Fernanda Agudelo Morelo nació en Cali, el 27 de marzo de 2007. Debutó como profesional con el Cortuluá en 2022 y ya fue campeona de la Liga con el Deportivo Cali. Aprovechando que es una de las figuras de esta Copa del Mundo juvenil, el ‘Gol Caracol’ entrevistó a Juan Yepes, el formador de Luisa Agudelo, para conocer su historia. Esto fue lo que dijo:
SU PRIMER CLUB
«Ella tenía 7 años cuando llegó a Balón de Oro. Llegó como la única niña en un grupo de 18 niños. Desde el principio, le pregunté en qué posición quería jugar, y me dijo: ‘Profe, delantera’. Entonces, la puse arriba, ya que a esa edad se trata de darles gusto a los niños. Sin embargo, con el tiempo, nos dimos cuenta de que no tenía la técnica ni la habilidad para jugar en la posición de ataque».
PROBÓ VARIAS POSICIONES
«Comenzamos a retrasarla un poco, la pusimos en el mediocampo, pero tampoco tenía la calidad necesaria para repartir el juego y pasar el balón hacia adelante. Entonces, la pusimos en la defensa, y aunque era valiente y muy fuerte, su fuerza la llevaba a cometer muchos penales, ya que era bastante brusca.
Llegó un momento en el que mi papá, que me acompañaba a los partidos de la liga vallecaucana, torneos de la OTI y Univalle, me sugirió: ‘Juan, ¿y si la ponemos en el arco a ver qué pasa?’. Decidimos intentarlo, ya que solo teníamos un arquero, y si se enfermaba o no quería tapar, nos quedábamos sin portero».
«Convencer a Luisa no fue fácil, fue como un negocio: le decíamos que nos ayudara en el arco un tiempo, y el otro tiempo la pondríamos como delantera. Así comenzamos. Cuando empezamos a jugar en la liga vallecaucana, hubo otro punto de quiebre. A Luisa comenzaron a hacerle mucho bullying por ser la única niña en el grupo. Jugaba solo con niños, y eso, aunque la hizo más fuerte, también la afectó.
La mamá me llamó para decirme que la niña no quería volver por el tema del bullying. Tomé el consejo del profe Iván Arroyo, quien me dijo que no podíamos dejarla ir, por dos razones: primero, era la arquera titular, y segundo, porque todos los niños estaban pagando su mensualidad, y no podíamos perder esa oportunidad económica.
Comenzó entonces un proceso de convencimiento para que Luisa volviera al club. Logré que regresara, y empecé a respaldarla para que sus compañeros la respetaran».
LÍDER DESDE NIÑA
«Cuando llegó al club, lo primero que tuve que hacer fue respetarla en medio de tantos niños. La defendimos a capa y espada porque, siendo la única niña, no la querían dejar jugar. La protegimos mucho y le dimos confianza.
En ese momento, ella era la capitana de los niños, lo cual era muy lindo. Balón de Oro era el único equipo con una niña, y ella tenía ese rol de capitanía y liderazgo».
UN TALENTO NATURAL
«Poco a poco, Luisa se fue soltando en el arco, y empezamos a ganar cosas importantes. Sus atajadas, e incluso goles de arco a arco, comenzaron a llamar la atención. En la selección Valle también demostró su capacidad y ahí me di cuenta de que esta niña podía llegar muy lejos. No me equivoqué».