Declaraciones

Antonio Cassano: ‘Mi único vicio es comer mucho, soy un animal’

Antonio Cassano ha vuelto a ser noticia en el fútbol mundial. Esta vez, el ex-futbolista italiano charló con su amigo Gianluca Gazzoli en el podcast ‘The BSMT’ sobre algunas cosas de su vida privada. Estas fueron las palabras de Cassano:

SU ÚNICO VICIO

«Tengo mucha suerte, nunca he tenido vicios en mi vida. Nunca me he emborrachado, nunca me he drogado y nunca he encendido un cigarrillo. Nunca, nada. Sólo tengo un vicio. Como mucho, soy un animal».

FORTUNA COMO FUTBOLISTA

«Yo vengo de la calle. Mi madre siempre me decía: ‘Antonio, venimos de las aceras, de la mierda, pero ya no volveremos más’. Y estas cosas las aprendí en ese momento, porque sé lo que significa estar ahí abajo y no ahí volveré otra vez. Por eso no soy alguien que despilfarra dinero.

La única locura que hice en el primer año del contrato que me dio Sensi fue comprar nueve coches. Nueve, porque soy un idiota. Dos Ferrari, dos Mercedes… tenía de todo.

Nunca he despilfarrado dinero. Guardo el dinero que gano y sé cómo administrarlo. No lo despilfarro, lo guardo y con él compro casas. Son valores que siempre he tenido. Me vienen de mi madre y la suerte quiso que yo haya sido inteligente en un ambiente como en el que crecí».

OTRA PROFESIÓN DE CASSANO

«Si no fuera futbolista, ¿Qué haría? ¿robar?… Hay mucha gente que ya no tiene dinero y esa gente no me hace sentir pena. Eres un idiota, porque hay gente que con 2.000 euros se levanta a las 6 de la mañana.

Yo no tengo vicios, tengo una buena vida, puedo ir a comer a un buen restaurante y comprarme un coche, pero no malgastarlo. Los que malgastan el dinero son unos idiotas».

PASO POR ROMA

«Recuerdo, cuando llegué, que Totti y su familia me recibieron en su casa durante los primeros cuatro meses y me hicieron sentir como un hijo. Un día discutí con él porque no encontraba un cheque y los acusé de robármelo pero estaba debajo del asiento del coche.

En ese momento tenía miedo hasta de mi propia sombra, era mucho dinero. En aquel entonces Francesco ganaba tres o cuatro veces más que yo, pero cuando lo encontré no supe qué decir. Estuvimos 6 ó 7 años sin hablar porque yo veía el mundo a mi manera. Pero incluso durante el período en el que no nos hablamos hicimos algunas cosas estratosféricas en el campo».

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