El penalti más insólito de la temporada (y uno de los más ridículos de la historia) se vio este miércoles en Bélgica. Tyrone Mings agarró el balón con la mano tras un saque de puerta de Emiliano Martínez y el árbitro sancionó el penal, que terminó dándole la victoria al Brujas (1-0) sobre el Aston Villa.
Corría el minuto 51, con 0-0 en el marcador, cuando ‘El Dibu’ sacó de puerta y Mings, pensando que el balón aún no estaba en juego, lo agarró con la mano dentro del área. El árbitro dudó unos segundos, pero señaló el penalti. Hans Vanaken lo cambió por gol y acabó con el invicto del Aston Villa en la Champions League. Al arquero argentino no le habían marcado en el torneo y perdió su imbatibilidad de la manera más absurda.
