Wilder Medina ha vuelto a ser noticia en el fútbol colombiano. Tras varios meses en el anonimato, el ex-atacante antioqueño concedió una entrevista al programa ‘Se Dice De Mí’ para hablar de su vida personal y su carrera profesional. Estas fueron las palabras de Medina:
PELEA CON VARGAS
«No lo llevaba muy bien porque, quizá por la personalidad de él, llegaba, no saludaba, solo a tres o cuatro y los demás, no, pero no le dije nada. Y ese día que perdimos una final, yo entré llorando y entró Camilo Vargas diciendo ‘no, tranquilos, perdimos la final, no pasa nada’; y como que se me vino todo y me fui a darle puños.
En un punto yo dije: ‘le meto un tiro a ese muchacho y le acabo su carrera en el fútbol’. No me importaba nada. Así me toque irme para la cárcel, yo lo pago, no pasa nada; imagínese lo que hacía el licor y las armas y más que yo ya tenía un pasado».
PRESIDENTE DE SANTA FE
«Don César Pastrana, me llama y me dice: ‘¿Cómo está? Usted ya llegó tarde al entrenamiento, usted está tomado, vaya descanse, yo voy a presentar su carta de renuncia, no vaya a salir a los medios porque lo van a buscar, solo diremos que viene lesionado y no puede terminar la temporada’. Y así fue.
¿Qué hubiera pasado si yo hubiera llegado al entrenamiento? Yo con esa rabia que llevaba, con tragos encima y demás, yo lo hubiera cometido y hubiera dejado a la selección Colombia sin uno de los mejores arqueros en este momento, que es el titular».
INFANCIA DE WILDER MEDINA
«Les voy a ser sincero, nunca maté, pero sí aprendí a montar moto para esas ocasiones, cuando era joven. A veces llegaba con plata a la casa, con robos, pero es que tenía que ayudar a mi mamá como fuera.
Mi tío habló con un señor para que me dieran la oportunidad en el fútbol. Yo era flaco, tenía guayos prestados y mi pinta no era de delantero. Entré y, en 15 minutos, ya había hecho tres goles. De una, subimos a presidencia del equipo de Rionegro y firmamos contrato, pero no me pagaban nada. Por eso era que también estaba con las pandillas».
PROBLEMAS DE ADICCIÓN
«Mi abismo estuvo lleno de oscuridad, quedando sin plata. No quería comer, ni bañarme, ni lavarme los dientes, andaba con la misma ropa. Perdí todo. Duraba días y días así. Eso se convirtió en algo tan grande que si no paraba en el camino, tocaba fondo. No quería saber nada de mi vida, solo quería quedarme consumiendo, ya había perdido mucho».
SANCIONES POR DOPING
«Después de la primera sanción, volví bien, hice varios goles, estuve en la tabla de goleadores y en el doping salí negativo. Pero Conmebol me puso una sanción de un año. Estando en Santa Fe, siempre me hacían la prueba de doping a mí, eso fue una cosa que, en vez de ayudar, me enterraron. Solo quería tomar y consumir; llegué al deterioro».