Elkin Soto destacó el trabajo del argentino en la Selección Colombia, pese a que no lo convocó para el Mundial de Brasil 2014.
El ex volante caldense ha vuelto a ser noticia en el fútbol colombiano. Esta vez es por cuenta de una entrevista concedida al diario ‘MARCA’ de España, en la que habló de su carrera como futbolista y entrenador. Estas fueron las palabras de Elkin Soto:
«En los 20 años que jugué fútbol profesional creo que uno toma cositas de cada entrenador. Por fortuna, tuve entrenadores muy exigentes y que ayudaron mucho para aprender en lo personal y en lo futbolístico. Si empiezo a dar nombres es injusto con los que se me olvide mencionar. Son muchos.
Creo que, como experiencia muy buena, el trabajo con Thomas Tuchel, actual entrenador del París Saint Germain, estuve con él cinco años con el Mainz. Le gustaban mucho los deportes en general: el hockey, el balonmano y el futsal, entonces involucraba un poco de todo en los entrenamientos y hacían trabajo en los cognitivo con profesionales en la materia.
Con Jürgen Klopp también estuve trabajando dos años y es un jugador que te inculca la lucha, la pasión, la alegría para jugar y siempre ir hacia delante. Hay otro entrenador con el que fui compañero en la cancha, Marco Rose, que viene haciendo un muy buen proceso con el Borussia Mönchengladbach.
Yo estuve estudiando en la ATFA y terminé la Licencia C y B. Ahora estoy esperando para empezar la Licencia A. También estuve estudiando Gestión Deportiva con el Instituto Johan Cruyff y me falta terminar Neurociencia del Deporte. Estoy con un emprendimiento de mi esposa de entrenamiento personalizado con énfasis en lo neurocognitivo».
ETAPA DE ELKIN SOTO EN ALEMANIA
«La vida social en Alemania es plena. El hincha allá perdona más fácil o ve con normalidad una derrota, porque eso está dentro del juego. Ellos ven más la forma en la que uno puede perder un partido. En el caso nuestro del Mainz fue siempre visto como de segunda división y, cuando ascendimos, se ganó un respeto porque era un equipo de lucha, esfuerzo y amistad. Los hinchas veían eso.
Uno podía ir tranquilo a un restaurante a tomarse un vino o una cerveza y no pasa nada con los hinchas. Creo que los jugadores colombianos que hemos estado allí sí nos hemos podido adaptar, también por nuestra forma física. Está el caso de Adrián Ramos, que hizo las cosas muy bien.
En Alemania se trabaja muy bien. Eso también va en el tipo de jugador, que sea disciplinado, que se cuide. Yo alguna vez hablé con James Rodríguez cuando estaba a punto de ir a Alemania y él estaba muy feliz porque sabía que lo iban a potenciar.
El Bayern Múnich tiene herramientas mucho más grandes que otros equipos. Yo veía que James iba a potenciar su parte física e iba a ser mejor de lo que ya es. Llegó a un club que siempre pelea todo y siempre va a ser favorito en la Liga. Era un gran club para que James se desarrollara más y creo que le fue muy bien. La gente estaba muy contenta con él por lo que mostró técnicamente y en los resultados».
PROCESOS EN LA SELECCIÓN COLOMBIA
«Es muy complicado entrar en comparaciones. Muchos de nuestra generación nos sentimos identificados con la Selección de 1990 y 1994. Muchos los vemos como ídolos y el respeto siempre va a estar para estos jugadores que le dieron esa identidad a la Selección: un país que jugaba alegre y con mucha técnica.
Tenemos que sentirnos orgullosos por lo que hicieron ellos. Pékerman nos hizo volver a creer en que se puede competir contra cualquier selección del mundo. Era una Selección en la que el 85% de los jugadores estábamos en el exterior. Ese factor de volver a creer no es solo para los jugadores, sino también de la prensa y de todo el país.
Estuve en tres procesos. La eliminación del de Alemania 2006 fue durísima, en el de Sudáfrica 2010 estuvo solo en algunos partidos, pero fue bueno estar en el equipo. Recuerdo la Copa América de Argentina en el 2011 con Bolillo Gómez y Leonel Álvarez. Y en el de Brasil 2014 sí fue un proceso completo con amistosos y todo, pero a la final no pude estar.
Creo que para cualquier jugador un Mundial será siempre uno de los logros más bonitos de su carrera, pero tampoco me siento mal ni triste. En ese momento di lo mejor de mí para el beneficio de la Selección y eso genera satisfacción por el deber cumplido».