El dinero y el negocio han excluido a los verdaderos hinchas del fútbol colombiano y del seguimiento a sus respectivos equipos.
El fútbol colombiano, un fútbol que ante el mundo se encuentra en segundo plano, pero que lógicamente para nosotros sus nativos, es lo mejor que tenemos actualmente en el ámbito deportivo. Pero la televisión por cable y la trasmisión satelital, han convertido a esa `reliquia´ colombiana, en una `primicia´ comercial, a la que solo tienen acceso los suscriptores de Direc Tv (la gran potencia mundial de televisión satelital), que se empieza a instalar en Colombia y que compró a la Dimayor todos los derechos de trasmisión de nuestro fútbol, con el único fin de incrementar significativamente sus suscriptores en tierras cafeteras.
Lo que vivimos en Colombia es un claro ejemplo de que para los directivos, el fútbol no es un deporte, sino ese negocio lucrativo del cual se pueden obtener muy buenos dividendos, partiendo del ideal de que es esa temática que todo el mundo quiere ver, sin importar el precio que deban pagar por hacerlo.
Pero por más inconformidad que esta problemática genera en la gente y los aficionados (principalmente los de bajos recursos), solo podemos dedicarnos a seguir disfrutando a medias de ese maravilloso deporte que más mueve masas en el mundo deportivo y popular, que día tras día es más de los empresarios y menos de los verdaderos hinchas.