250 millones de euros hubieran pagado por su traspaso y 30 millones anuales le ofrecieron como salario al argentino.
Muchos han sido los jugadores que se han dejado tentar por el olor y el valor del dinero, sin embargo, han habido otros que no se dejaron ‘seducir’ por los millones de dolares y terminaron rechazando alguna jugosa oferta de otro club. Ese es el caso de Lionel Messi. El atacante argentino, goleador del Barcelona, le volvió a dar al mundo una nueva lección de amor, respeto y lealtad por su equipo, al descartar la más millonaria y llamativa oferta que se ha realizado en la historia del fútbol.
‘La Pulga’ siempre se ha mostrado muy agradecido por el apoyo que le brindó el cuadro catalán durante toda su infancia, por eso le ha respondido al 100% en todas y cada una de las situaciones en las que lo ha necesitado. Sin embargo, jamas me imagine que esa deuda que siente tener Messi con el Barcelona lo llevará a tomar decisiones y rechazar propuestas como la que hicieron a Lio en el mismo en el día en el que firmó su renovación con el cuadro azulgrana.
El ariete gaucho rechazó un ofertón de 30 millones de euros netos por temporada de un equipo ruso durante las negociaciones de su renovación con el Barça. Dicho club, que puede ser el Anzhi, estaría dispuesto a pagar los 250 millones de cláusula del azulgrana.
Según informa ‘Mundo Deportivo’, Jorge Messi, padre y representante del futbolista, recibió una oferta irrechazable de dicho equipo ruso, que estaba dispuesto a invertir casi 400 millones de euros por tener en sus filas al mejor jugador del mundo.
En neto, Messi habría ganado casi 30 millones en cada una de las tres temporadas con el conjunto ruso, pero en ningún caso lo estudió ya que su intención es seguir ganando títulos con el Barcelona y poder seguir pagando la ‘deuda eterna’ que tiene con el cuadro español.
La oferta doblaba la de renovación del Barça que asciende a 16 millones de euros por temporada hasta 2018. Sin embargo, Messi no se dejó llenar la cabeza de dinero y seguirá demostrando por qué es el mejor futbolista del mundo, jugando con el Barcelona, el equipo de sus amores.