Afortunadamente el incidente no terminó en tragedia y quedará en la memoria de los viajeros como uno de sus peores sustos.
Este jueves arranca la primera de las dos jornadas FIFA que se disputarán en los próximos días. Las selecciones de Italia y Brasil medirán sus fuerzas en Ginebra, Suiza, en uno de los compromisos más llamativos de esta ocasión y que abrirá esta fecha de encuentros internacionales.
Curiosamente, pese a tratarse de uno de los encuentros más emotivos, poco se ha hablado en las últimas horas de lo que será el partido y la atención se ha centrado en una noticia que paralizó el mundo y que pudo terminar en tragedia para Italia, Suiza, Europa y el mundo del fútbol.
Un rayo alcanzó ayer sin consecuencias graves el avión en el que viajaba la selección absoluta de fútbol de Italia cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Ginebra. Según informa en su edición digital el diario deportivo italiano «La Gazzetta dello Sport», el vuelo chárter de la aerolínea Alitalia en el que viajaba el equipo de Cesare Prandelli pudo aterrizar sin problemas en el aeródromo suizo en torno a las 18.30 hora local, a pesar del gran susto que se llevaron los pasajeros.
Los tripulantes tranquilizaron enseguida a los ocupantes del avión, sobre todo visto que no surgieron complicaciones en el aterrizaje, y, una vez en tierra, el piloto dio cuenta de lo sucedido, asegurándoles a los jugadores italianos que la situación siempre había estado bajo control.
«Por supuesto que no ha sido agradable y reto a cualquiera a decir ‘yo no he tenido miedo'», comentó Prandelli a la llegada a Ginebra a los periodistas que acompañan a la selección.
«Ya me había ocurrido alguna vez esto, pero nunca tan fuerte», agregó el seleccionador, quien había despegado esta misma tarde junto a sus jugadores desde Florencia (centro de Italia), procedente de la concentración de la «azzurra».
Las palabras del estratega italiano describen perfectamente que el accidente quedó en una anécdota poco agradable para contar y no en una tragedia que pudo acabar en lo peor. Esperemos que el rayo haya sido una luz que iluminará a la selección italiana en su duelo contra los pentacampeones del mundo.