Se trata de un evento futbolístico aficionado en el que las mujeres se juegan su propio campeonato en un reinado de belleza que tiene relación directa con los equipos.
Aunque estadística, económica y futbolísticamente la Liga de Campeones es considerada el torneo de fútbol más importante del mundo, en Brasil, casa del próximo Mundial de selecciones, se ha descubierto un certamen amateur que por movimiento de masas no tiene comparación con ninguno otro.
Se llama el ‘Peladao’, se disputa en el corazón del Amazonas con la participación de casi 27.000 jugadores por cada año y su principal característica es que cada equipo debe tener una reina que competirá por ser la más bella del torneo.
Este año cumple cuatro décadas de existencia. A orillas del río Negron la ciudad de Manaus, una de las doce sedes del Mundial 2014, tienen lugar más de 2.000 encuentros cada año. Sin restar importancia al reinado de belleza que a la par se realiza en el escenario deportivo.
Cada equipo que participa en el Peladao (conformado por hombres de entre 16 y 39 años) se le asigna una ‘miss’ que puede rescatar a su equipo si éste ha sido eliminado sobre el césped. Es decir, si el equipo de la más bella fue eliminado, podrá regresar al torneo como premio por su coronación.
«Esto no es sólo por las señoritas. Aquí también mostramos nuestra cultura, nuestras tradiciones y lo que representan», explicó Joao Tucano, antropólogo indígena, sobre el origen del evento amateur.
De hecho, el Peladao nació en 1973 a iniciativa de un líder tribal. Según Santos, «se pretendía reunir y conocer a los 20.000 indios de varias tribus que han dejado el bosque y ahora viven en Manaus», una ciudad de casi dos millones de habitantes.
Daniel Munduruku, de 22 años, que se ha proclamado campeón después de que su equipo venciera 3-1 en la final, cuenta que su objetivo es «jugar en un equipo profesional», pero se lamenta de que «los indígenas son muy pobres y no tienen sponsors». Aun así, no se resigna: «Esperemos ver pronto a algún indio en la Seleçao».
Otra de las cosas que hace de este campeonato algo único es que el apoyo del ‘jugador 12’ se siente más que en la élite porque no hay gradas, pero sí gran número de familiares, amigos y curiosos que se agolpan junto al terreno de juego, incrustado en un pequeño claro del bosque donde se desarrolla este popular y original torneo de fútbol.