Daniel El informe arbitral destacó la reacción del delantero portugués tras ser expulsado, hecho que le podría traer dos o más fechas de suspensión.
Una vez más Cristiano Ronaldo fue el personaje de la jornada en la Liga Española. Aunque esta vez no se destacó por marcar un golazo o anotar varias dianas en un mismo partido, sino por una extraña reacción en un momento de calentura que no supo manejar y que terminó pagando con una expulsión.
Transcurría el minuto 77′ del partido en el que Athletic Bilbao igualó a unos (1-1) con el Real Madrid, cuando en el borde del área local se armó una discusión grupal entre jugadores de ambos conjuntos. El lío lo habían iniciado Cristiano y Gurpegi, quienes posteriormente vieron la tarjeta roja y amarilla, respectivamente.
El ariete luso pedía una pena máxima que nunca existió y eso no le gustó mucho a Gurpegi, que de inmediato le reclamó a Cristiano por su alegato. CR7 no pudo controlar su ira y terminó golpeando la cara del volante vasco. El línea alertó al central de lo sucedido y a éste no le tembló la mano para impartir justicia y tomar la decisión acertada.
Tras alegar por la expulsión, el goleador merengue abandonó el terreno de juego y en el camino a los camerinos se golpeó la cara con la palma de su mano en frente del cuarto árbitro, como en motivo de protesta, algo que no pasó desapercibido en el informe arbitral.
Miguel Ángel Ayza Gámez, árbitro del Comité Valenciano que dirigió el Athletic-Real Madrid, reflejó en el acta del partido el polémico gesto de Cristiano Ronaldo cuando se retiraba del césped del nuevo San Mamés, en medio del abucheo de los aficionados.
«Mientras se retiraba del terreno de juego, se golpeó varias veces con la palma de la mano en la cara, dirigiéndose al cuarto árbitro», expresó el juez en su informe.
En el capítulo de expulsiones indica que vio la roja por «golpear con la mano en la cara de un contrario (Carlos Gurpegi), estando el juego detenido».
Pero el gesto de Cristiano no fue lo único explicito en el acta, con respecto a la amarilla a Iturraspe, el acta señala que «fue amonestado por el siguiente motivo: encararse con un contrario, empujandole de forma temeraria, estando el juego detenido».