Daniel El colombiano jugó los minutos finales de la derrota del Chelsea (1-3) ante Liverpool, en el clásico de la jornada 11 en la Premier League.
Al rededor de 40.000 espectadores se dieron cita en el mítico Stamford Bridge para presenciar este choque entre los equipos dirigidos por José Mourinho y Jürgen Klopp, respectivamente, que aparecía sobre el papel como el más atractivo de la fecha. Para destacar la presencia de Falcao García, que ingresó al minuto 76 en lugar de César Azpilicueta, en el combinado londinense.
Tal y como se esperaba, las emociones llegaron pronto al encuentro y en eso tuvo mucho que ver Ramires Santos do Nascimento (minuto 4), que se encargó de poner en ventaja al local. Buena jugada colectiva por banda izquierda. Taco de Costa, desborde de Azpilicueta y centro aéreo del lateral español que conectó Ramires de cabeza en el centro del área para vencer la resistencia de Mignolet.
Así transcurrió la mayor parte del primer episodio que vio como en los instantes finales Philippe Coutinho Correia (45+3 minutos), impuso nuevamente la igualdad. Otra muy buena acción colectiva que terminó besando la red. Recuperación de Milner, Pase atrás de Firmino y el resto fue todo magia de Coutinho. Recortó hacia dentro para quitarse al rival de encima y sacó un remate colocado que dejó sin posibilidades a Begovic. Con esa máxima paridad se marcharon los protagonistas al camerino.
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Para el segundo tiempo llegaron los cambios, los entrenadores movieron sus fichas y apostaron por un juego más ofensivo, especialmente el estratega visitante que encontró a través de Philippe Coutinho Correia (74 minutos), darle vuelta al tanteador. Benteke la dejó servida para que Coutinho repitiera la jugada del primer gol pero con el juego de piernas invertido. Amagó con izquierda y remató con derecha directo al ángulo. ¡Golazo!
No se detuvieron los visitantes y eso le permitió a Christian Benteke (83 minutos), echar más tierra de por medio. Pase largo controlado por Jordon Ibe en el extremo derecho. Pase raso, la dejó pasar Coutinho, controló Benteke, amagó a dos rivales y sacó un potente remate que terminó con el esférico tocando las piolas. Baldado de agua para los jugadores del Chelsea que no encontraron una reacción emocional para revertir esta situación que cada vez es más complicada.