Daniel Haris Hajradinovic, futbolista del FK Trencín de Eslovaquia, vio la tarjeta roja por golpear a su portero durante una discusión.
La primera jornada futbolera en fin de semana de abril ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido actividad internacional. En otras palabras, marcada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Bundesliga, la Liga BBVA y la Premier League, que han entrado en su recta final.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de que hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Haris Hajradinovic durante la victoria del FK AS Trenčín (0-2) ante el FC ViOn Zlaté Moravce, en partido valido por la jornada 25 de la Superliga de Eslovaquia. El defensor visitante vivió uno de las acciones más extrañas, sin muchos precedentes, de toda su carrera deportiva.
Haris intentó evitar que uno de los rivales se filtrara en el área y lo derribó justo antes de que consiguiera su objetivo. El árbitro fue testigo directo de la jugada y señaló la pena máxima, aunque a mi juicio la infracción fue afuera. El portero se acercó para recriminar a su compañero y éste respondió con un par de golpes que lo dejarían expulsado luego de que uno de los líneas advirtiera al central de lo sucedido.
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