Jason Cummings, futbolista del Hibernian de Escocia, perdió la oportunidad de darle la victoria a su equipo para luego clarificarlo a la final.
La tercera jornada futbolera en fin de semana de abril ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido actividad internacional. En otras palabras, marcada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Bundesliga, la Liga BBVA y la Premier League, que han entrado en su recta final.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de que hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Jason Cummings durante el empate a ceros del Hibernian Football Club (0-0) ante el Dundee United Football Club, en partido valido por las semifinales de la Scottish FA Cup de Escocia. El centrocampista local puso las sombras y las luces durante la agónica clasificación de su equipo a la gran final del certamen.
Cummings probó fortuna tirando un penalti a lo Panenka pero su lanzamiento se fue arriba de la portería, y por mucho. El partido acabó con el electrónico intacto, se llegó a la tanda de penaltis y ahí Jason volvió a ser protagonista anotando el 4-2 definitivo ante la arriesgada estatua del portero rival en previsión de otro posible panenkazo. Los mismos hinchas que lo habían pitado por su fallo, terminaron aplaudiendo luego de que metiera al equipo en la disputa por el título nacional.