El delantero colombiano lideró el valioso triunfo del AC Milan (3-1) ante el Chievo Verona, en la jornada 27 de la Serie A de Italia.
Fue necesario esperar hasta bien avanzada la primera parte para que llegaran las emociones al Stadio Giuseppe Meazza y para que Carlos Bacca (minuto 24), pusiera en ventaja a los rossoneri. Apertura de Gerard Deulofeu a la izquierda para la corrida del colombiano que, tras controlar en la banda, se quitó de encima al defensor que lo marcaba y sacó un remate raso, imposible para el portero visitante.
Parecía que así ser marcharían los protagonistas al descanso, sin embargo, en el último suspiro del primer tiempo apareció Jonathan de Guzmán (42 minutos), con el tanto del empate. El centrocampista canadiense nacionalizado holandés cambió por gol un polémico penalti sancionado por el colegiado tras un dudoso derribo dentro del área. El delantero del Chievo se quejó de un golpe y el árbitro le compró la falta, más allá de que las cámaras contradicen su decisión.
La segunda etapa resultó ser una fotocopia de la primera: el Milan dominó las acciones desde el pitazo del juez y Carlos Bacca (minuto 70), hizo justicia en el marcador con su doblete. Tiro de esquina enviado desde la derecha por Lucas Ocampos, el balón lo peinó Alessio Romagnoli en el primer palo y lo remató el ariete atlanticense en el centro del área. Reclamaron los visitantes un fuera de juego que claramente no existió.
Faltaba uno más para sentenciar este importante triunfo de los locales y así lo entendió Gianluca Lapadula (minuto 82), que se encargó de poner cifras concretas en el electrónico desde los doce pasos. El delantero italiano de ascendencia peruana remató con mucha violencia para derrotar al guardameta rival desde el punto blanco del penal. Con este resultado, los dirigidos por Vincenzo Montella llegan a 50 puntos y se trepan hasta el sexto lugar de la tabla de posiciones.