Daniel El ‘general’ reconoció su error y dejó muy en claro que todavía no piensa retirarse del fútbol.
El mediocampista antioqueño al servicio de Independiente Santa Fe, citó a una rueda de prensa publica para explicar lo sucedido en el clásico capitalino frente a Millonarios, donde una vez más lo traicionó su fuerte temperamento. Bedoya le dio un codazo y un pisotón a Jhonny Ramírez en el rostro, hecho que ha transcendido a lo largo del mundo, por tratarse del futbolista que más expulsiones ha sufrido en su carrera profesional.
Por ello, ‘El General’ aprovechó la presencia de los medios locales para reconocer su error, disculparse con Colombia y dejar muy en claro que pese a estar en el ‘ojo’ del huracán, a la espera de una ejemplar sanción, no piensa todavía retirarse de la actividad profesional. Así se disculpó Gerardo Bedoya ante la prensa y ante Colombia por su reprochable conducta en el clásico bogotano 269…
“Acepto que me equivoqué, esto no le hace bien al fútbol, a la gente, a la sociedad y a los niños. Tampoco a mi familia, y el arrepentimiento es muy grande”, dijo un cabizbajo Bedoya, quien también señaló que está pasando por un momento muy duro.
“Han sido horas bastante difíciles, porque los juzgamientos han sido muy duros, pero lo que no te mata te hace más fuerte, y he estado tratando que mi hija se aleje un poco de esto y no se dé cuenta del error que he cometido, trataré de seguir mejorando mucho y pensar en lo que más amo en el mundo que es mi hija, tratando de evitar este tipo de cosas para tener más paciencia dentro de las canchas”.
Bedoya confirmó que ya habló con Ramírez, y dijo que el volante ‘embajador’ le aceptó las disculpas: “Acepto que soy un jugador con un temperamento fuerte, acá me habían ayudado bastante y estaba tratando de centrarme en hacer fútbol, y bueno pasó lo que todos vieron y sé que fallé. Ayer mismo llamé a Johny Ramírez y le pedí disculpas, él las aceptó y me gustaría que nos encontremos y hablemos personalmente cuando él vuelva de Madrid”, concluyó un arrepentido Gerardo Bedoya.