Daniel La imagen del francés golpeando el pecho de Materazzi en plena final de un mundial le sigue dando la vuelta al mundo.
Seis años han pasado desde aquella final en Alemania 2006 entre Francia e Italia que marcó un precedente en la historia del evento de selecciones más importante del mundo. Los que vivimos este cuadro, muy seguramente jamas lo borraremos de nuestros memorias, pero para quienes se lo perdieron, hay una nueva manera de revivirlo y que hace inmortal ese histórico momento en el que un ‘mago’ como Zinedine Zidane, golpeó con su cabeza el pecho de su colega Marco Materazzi.
Se trata de una estatua monumental. Un bronce de cinco metros de alto y varias toneladas de peso, con una concepción muy realista, obra del artista francés de origen argelino Adel Abdessemed, figura en la plaza de Beaubourg y que se encuentra ante el parisiense Museo ‘Pompidou’. Con ella, su creador afirma que hará inmortal uno de los capítulos anti-deportivos que más llamó la atención del mundo entero, dado que el principal agresor y protagonista era uno de los mejores futbolistas que ha habido en la historia.
La escultura ha despertado una gran expectación entre los viandantes que no dudan en fotografiarse ante la gigantesca obra…
La obra se titula «Coup de tête» (cabezazo) y, en tamaño más pequeño, figura en el interior de la exposición, titulada «Je suis innocent» (soy inocente), una retrospectiva de las obras de Abdessamed.
El comisario de la muestra, Philippe Alain Michaud, destacó que frente a la tradición de que se hagan esculturas monumentales para conmemorar victorias, la de Abdessemed celebra una derrota, porque aquel gesto supuso la expulsión de Zidane y, a la postre, la derrota de Francia en aquella final.
Vale la pena recordar que fue también la última aparición de «Zizou» en un terreno de juego, ya que tras aquella expulsión abandonó el fútbol competitivo. Sin embargo, cada vez que volvamos a ver la estatua, nos acordaremos sin duda alguna de la llamativa y éxitos carrera deportiva de Zinedine Zidane.